A buen ritmo y con pasos firmes, después del incendio

Eran las 12:30 del 11 de enero de 2008, en el edificio 810 de Albrook que albergaba las principales instalaciones de la Universidad Marítima Internacional de Panamá (UMIP). Como era de esperarse las calles estaban vacías. Al contrario de lo que ocurre en las grandes ciudades, en Panamá, a esa hora la mayoría de las personas están en sus casas.
Sin avisar y sin que nadie lo esperara el humo, cual mensajero de la desgracia se asomaba por las ventanas. Nadie se percató. Cómo hacerlo? La noche se convirtió en un cómplice silente perfecto.
Rápidamente, aquella chispa que ocasionó el humo en el ático de la universidad, se fue transformando de una pequeña linterna a un voraz fuego que amenazó con tirar a la basura el sueño de cientos de jóvenes cadetes.
Minutos después, llegaron los curiosos y los bomberos quienes de manera rápida y profesional sofocaron las llamas. El fuego y la cantidad de agua utilizada para sofocarlo dejaron el edificio inutilizable, pero nadie salió herido.
La preocupación máxima en ese momento fue: qué hacer para evitar que esta desgracia trastocara el calendario académico?
Mientras el fuego devoraba el ático de la universidad el rector Orlando Allard y su equipo de trabajo mantenían conversaciones para evaluar la situación y encontrar soluciones al problema.
A primera hora en el mañana, apenas el sol se asomó, Allard convocó una reunión de evaluación de daños y consecuencias.
Los resultados del encuentro no fueron del todo alentadores, sin embargo, eso no impidió que la universidad, liderada por Allard, diseñara una estrategia para evitar que las consecuencias del fuego afectaran el funcionamiento administrativo de la universidad y el calendario académico.
Para iniciar  la estrategia se solicitó la inspección de Seguros ASSA, de Ingeniería  Municipal y del Cuerpo de  Bomberos en los edificios 810 y 811, para determinar daños, también se realizó una reunión con el Ministerio de Economía y Finanzas para analizar las posibilidades presupuestarias.
 Días después especialistas de la Universidad Tecnológica inspeccionaron el área siniestrado y la UMIP logró adquirir los edificios 980 y 982 (traspasados por Florida State University). También logró obtener la administración de la casa 977 de La Boca.
Gracias a la gestión del rector la UMIP y su equipo de trabajo, se obtuvo apoyo de la industria marítima local e internacional y se adquirió parcelas de tierras aledañas en La Boca. Pero eso no fue todo, se habilitó la planta 3 del edifico 809 de Albrook, propiedad de la Autoridad de Aeronáutica Civil, para que los cadetes de I y II años lo utilizaran como aulas de clases.
Igualmente, la UMIP está haciendo ingentes esfuerzos para obtener un buque que sería utilizado para el entrenamiento de los cadetes.
Se inició la habilitación de edificio 980 de La Boca para crear 10 aulas de clases y baños. También se acondicionó el edificio 982 para 6 aulas de clases.
Posteriormente se remitieron informes de actualización a los miembros de la Junta Directiva, y se contrató personal, gracias a donaciones y asignaciones, para realizar los trabajos en el 980, 982 y 977.
En el edifico 980, a la  fecha, cuenta con Instalación eléctrica, y se hacen preparativos para instalación de aires acondicionados, como tambien para obtener conexión a Internet. Por otro lado, un electricista trabaja en la confección de planos eléctricos, los pisos están siendo cubiertos de cemento y serán nivelados,
La Casa 977, ya tiene los aires acondicionados instalados, se lavó toda la infraestructura con presión de agua, la maleza fue eliminada y la grama fue cortada, la plomería está siendo mejorada, se cambiaron las cerraduras y candados, en proceso la instalación de Internet y de los medidores eléctricos.