Júbilo, orgullo y satisfacción, en la clausura de la Semana de Orientación

El placer y la satisfacción  de ver a los hijos crecer; imponerse metas, logros, propósitos no tienen precio. Más de 200 personas acudieron al llamado de la Universidad Marí­tima Internacional de Panamá, UMIP, con el fin de formarse como futuros cadetes. Hoy jueves 23 de marzo culminá la jornada de orientación donde los chicos y chicas conocieron la hermenéutica e idiosincrasia que existen en este centro superior de estudios. 

Y es que la UMIP es carácter, solidaridad, liderazgo, disciplina, valores universales y excelencia académica. En un paneo visual se notaron rostros de orgullo en los padres y madres de familia. Todos ellos se combinaron con el rector, Aládar Rodrí­guez Dí­az, quien al momento de dirigirse a los estudiantes, destacán el papel de la sal como mineral que combate la corrupción. Incluso trajo ante los presentes esas palabras sabias del pensador libanés, Khalil Gibran cuando dijo, "debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.

En el mensaje espiritual el sacerdote, Juventino Castillero, de la parroquia, Santa María de Balboa, hizo una relación del trabajo que hace la sal, para combatir el deterioro de los alimentos. En la antiguedad, ante la falta de la tecnología, para preservar las carnes, se utilizaba la sal como antiséptico. La sal no se contamina con la corrupción y combate el deterioro que producen los elementos degenerativos que corrompen otras sustancias.

El Rector instó a los futuros cadetes a ser como la sal, que no solo le da sabor a las comidas sino que no es compatible con la corrupción. "Ustedes llevarán, con orgullo, el nombre de su familia, de su escuela, de su colegio, de la universidad y lo más importante de su paí­s; espero que cuando estén en los mares, puertos y astilleros sepan hacer gala de lo que aprendieron.", --dijo  Aládar Rodrí­guez Díaz.

Fueron casi dos semanas de inducción donde los aspirantes, bajo la escuela de Liderazgo que regenta el capitán, Eduardo Thompson, se empaparon de la vida universitaria. Padres de familia entrevistados no pudieron esconder su emoción y algunos no pudieron contener la satisfacción del momento, lo que se convirtió en un mar de lágrimas. Ellas pueden denotar varios estados sentimentales; la mayoría de las veces se asocia con el dolor, la congoja, zozobra, pero, en esta oportunidad fue de mucha alegría, júbilo, alborozo, entusiasmo y regocijo.

Destacamos el momento solemne cuando los cadetes instructores paseaban la enseña tricolor ante el saludo patriótico de las diferentes compañías. Atrás de los aspirantes estaba uno de los emblemas que identifica a la nación, nos referimos al histórico puente de Las Américas. Los trabajadores que hacen mantenimiento también se contagiaron del acto majestuoso y protocolar. Algunas autoridades tampoco pudieron ocultar ese estado anímico de felicidad que provocá  la clausura del periodo de orientación. Al final, los nuevos estudiantes a la voz de mando lanzaron un grito de orgullosamente UMIP, que todaví­a resuena en los oídos de los asistentes.